viernes, 8 de julio de 2011

Encuentro 37


He demorado esta salida por las múltiples lecturas que estoy haciendo de literatura latinoamericana, este desafío a pedido se ha convertido en una experiencia de descubrimiento que pondré en breve a disposición de los lectores del blog.
Descubrir la escritura de otros que no pertenecen a la comunidad argentina pero que tienen puntos en común, búsquedas, problemas semejantes es una proximidad con la palabra que nutre.
Hoy dedicaré este encuentro como lo he hecho en agosto del año pasado a los libros álbum. Esa maravilla de la ilustración que requiere un sincretismo conceptual o mejor dicho una economía textual.
Los libros álbum se han impuesto en el mercado pero no sé si en las escuelas circulan con la riqueza semántica que encierran, desearía conocer cómo se apropian de ellos los chicos, qué impacto tienen en la recepción.
Me entusiasma y los disfruto por la belleza que guardan pero sé que en la construcción de una realidad abundan más las preguntas que las respuestas. Este es un ejemplo. 
Es interesante estudiar la disposición de la ilustración en la página, el ensamble con el texto que le ofrece una mano generosa casi siempre. A veces los cuentos ilustrados se confunden con los libros álbum por esa comunión que sella quien los recorre.
Las obras acontecen, para materializarlas en manos infantiles es necesario facilitar interpretaciones. Hay que individualizar el libro álbum de otros productos editoriales semejantes a la vez que diferentes.  Esa coetaneidad que tiene con el cine, la publicidad, la pintura, las artes plásticas en general lo hacen un objeto con lecturas laterales. Dice Fanuel Hanán Díaz , el crítico e investigador venezolano con probada experiencia en el tema:
“El libro álbum impone un nuevo modelo de lector, más que un lector activo, este género exige un lector capaz de llenar una cantidad de intersticios con información que demanda una buena dosis de interpretación. Por eso, me parece que los libros álbum son inteligentes, retadores e impulsores de una dinámica más inquieta, es decir, que los lectores sean más agudos y comprometidos también en su proceso lector”. ( ver entrevista completa en el portal de educar 2008)
Lo que afirma Díaz es un reto a la percepción y a la atención, también creo que los adultos debemos aprender modos nuevos de apoderarnos de estos textos, como nuevos caminadores en territorio perturbador.
El libro álbum llegó al mercado editorial para quedarse y es bienvenido.

Libros para compartir:
No tienen edad, son atractivos,  recomendables, prometo más en otras salidas:

De paseos y otros viajes en hoja, 2010, Mercedes Pugliese- Nicolás Arispe, Del Eclipse. Esta historia como dice la contratapa sabe cómo llegar a territorios escondidos, un señor, Roberto, una valija, un viaje en una semana que tiene de todo, con distintos estados de tiempo e imágenes , muchas que invitan a realizar este paseo.. Las páginas están encabezadas en japonés.

Niñas, Jimena Níspolo- Marta Vicente, 2010, Adriana Hidalgo editora, Pípala. Es un libro inquietante, un álbum de estampas. Cada niña aparece dispuesta sobre una textura que simula un empapelado, lleva un nombre y una pequeña leyenda que aclara su sentido: la niña de los fantasmas, la niña mística, la niña de los lobos y otras. Cada una se define por algún concepto fijo, niñas que se niegan a crecer. Estos personajes dibujados por María Vicente tienen la cabeza más grande que el cuerpo, no es un detalle menor. Los textos de Níspolo son breves, económicos…estas niñas no son modelos para nadie. Ni tampoco lo contrario, fluyen en un texto literario que transita todos los géneros y se arriega.

Poemas a la luna, 2009.  Gianni de Conno ilustrador, Edelvives. Este libro encierra poemas de Goethe, Rossetti, Dickinson, Lorca, Byron, Shelley, Safo, Leopardi, Wang Wei entre otros. Cada uno de ellos en dos lenguas: el castellano y la originaria de cada autor. Un libro tan grande desde lo material como en su elaboración. La interpretación de esas estrofas es inacabable, todo con los tonos que tiene el cielo según como se nos muestre por la noche, de los grises al negro, del azul intenso al rojo y con los matices de un tempus poético, han cuidado cada detalle del texto, de la ilustración que envuelve este misterio de la luna develado en páginas y de la edición minuciosa  que es imperdible. " Todo lo que perdemos se lleva algo de nosotros"...(Emily Dickinson)

Lecturas para recordar:

Esa chica, Lilia Lardone. 2006. Rubén libros. Esta novela de la autora cordobesa Lardone  está narrada por su protagonista, una mujer que próxima a los cincuenta años sufre el escarnio del menosprecio en su mundo interior y también en su cuerpo porque Nilda padece al narrar su historia de una enfermedad mortal. Su destino es un destino de sometimientos, de humillaciones personales que ella va registrando y sospecho que cualquier lector desearía rescatarla, anhelaría por momentos despertarla, pero el acápite inicial de la obra sintetiza lo que sucede en esa mujer:  la vida no es, prácticamente otra cosa que el deseo de buscar una compensación… Y eso es lo que busca, en un largo monólogo interno que cruza el relato de su propia historia, ella es la suma de enfermedad física y sufrimiento espiritual, no se sabe bien cuándo estas dos encrucijadas se unieron pero el relato lleva inevitablemente a pensar en la muerte. Duele leerla.

Agradecer:
Cuando la generosidad se concreta en gestos es maravillosa, cuando pedir es comunicarse, vale la pena , y si del otro lado están las bibliotecarias argentinas, mejor. No quiero poner los nombres completos porque temo ser intrusiva.
Un gesto a veces quiere quedar en eso, en permanecer, no en aparecer sino en ser, estar ahí es la mejor manera de existir.
Gracias a todas las que aportaron información para conectarme con los centros, personas, asociaciones latinoamericanas. Gracias a Alicia, Silvia, Sonia, Graciela, María Cristina, Diana Mercedes… un gran abrazo digital. Compartiré con todas /os la información cuando termine la etapa de reunión de material, lectura y selección.