viernes, 2 de septiembre de 2011

Encuentro 39

Estamos llegando al fin de un invierno duro y deseamos el arribo de la primavera. Por qué hago mención al cambio de estación: porque somos pasajeros en tránsito y nos vamos acomodando a esos cambios internos y externos, muchos de los cuales son inevitables. Este tránsito es inclusivo, lo llevamos en el cuerpo y en las palabras, también nos atraviesan otras temporadas, la diferencia entre unas y otras está en los matices que adoptan en cada uno, como las palabras dichas en un tiempo, de una forma, en un contexto poseen un significado que las identifica como únicas y en verdad lo son en ese fragmento de nuestra historia personal y social.
Hoy quisiera resignificar los tránsitos, las maneras en las que se desarrolla nuestro discurso y la ausencia de significados que las palabras fueron tomando en el recorrido de los cambios sociales. Esa lengua acotada, mínima por desconocida actual en la que no hay tonos porque solamente existen los colores primarios que son esenciales para indicar lo necesario, sin variantes, ni verbos que actúen más que en la violencia o los abandonos, nos definen por lo minúsculo. Sin embargo, de palabras está hecho este blog simple y muchos otros, que desean inquietar sobre algún tema, en este he priorizado el uso simbólico de la lengua, ser habladores y de los buenos, como consigna en tránsito constante.
Porque somos palabras en acción, amamos, partimos, generamos trabajos, hijos, hechos, celebramos lo bueno, por eso, solamente por estar en contacto con los otros, nosotros, todos  intermediarios en diferentes roles y funciones, nos aproximamos y acercamos con la lengua madre que nos reúne. Dirán están los gestos, los silencios que hablan… es cierto pero más conmueven las palabras contundentes. ¿Y si no fuera así: qué sentido tiene hacer ficción, escribir poesía u obras de teatro?
La lengua nos descubre, nos silencia también más allá de su aspecto pragmático o estructural. Les dejo este maravilloso fragmento del poema Hay perros que mueren de la muerte de su amo, del poeta y sacerdote argentino Hugo Mujica que sintetiza mejor lo que pienso sobre el poder de las palabras y los tránsitos profundos que aluden:

Hay hombres en los que gime dios
 por no encontrar un hombre 
 donde morir de carne, 
pero no llora como quien lo hace
solo,
llora como quien llora abrazado a un niño.”

Lecturas para compartir:
Cruzar la noche. 2011, Alicia Barberis, Colihue. La historia se desarrolla en San José del Rincón, cerca de Santa Fe, y se centra en el profundo conflicto de Mariana que está con su tía en la quinta familiar donde descubre que sus padres, en ese momento en el exterior, no lo son en verdad, que ella fue adoptada. Su vida se desmorona ante ese descubrimiento, pero el dolor se agudiza cuando empieza a vislumbrar que puede ser  hija de desaparecidos. El relato es vibrante, se une a otros semejantes de jóvenes con los que se vincula en el lugar y cruza la noche de la oscuridad de su historia hacia la verdad acompañada por esa tía solidaria y otros seres del lugar. La rabia, el amor que nace y fortifica y la reparación son los aspectos más interesantes de esta novela sin concesiones.  

Solgo, 2011, María Teresa Andruetto,  Edelvives.  Este libro álbum es una metáfora de la solidaridad,  ilustrado por Cynthia Orensztjan, una artista que supo interpretar el espíritu de Solgo, pintor de Corea que deja todo por amor a su arte en un proceso de despojamiento progresivo ante las riquezas que le prodigan y hace la más radical de las elecciones: elige por el bienestar de los demás. El valor poético de la narración me obligó a hacer esta interpretación sencilla de una trama profunda. Celebro la nueva edición de este cuento que edité hace años en Edebé y me sigue conmoviendo como la primera vez que lo tuve entre manos.

Un paseo matemático por el museo, 2011, Majungmul y Yoon-Chu Kim, ediciones Iamiqué.
Sabemos desde la tapa que es un libro que se pregunta la vinculación del arte con las matemáticas y como si esta pregunta requiera explicación, agrega que incluye actividades. El lector se previene… pero el contenido es un placer visual, recorrer números, puntos, líneas, curvas en cuadros de Kandinsky, Seurat, Degas, Picasso , Las estaciones de Arciboldo con mínimas alusiones hacia el observador que mejoran la calidad de la mirada más allá de las matemáticas fue mi placer y por eso lo reseño. Buena propuesta para aproximar a los chicos y grandes a obras bellísimas.

Lecturas del Mercosur: como prometí, les dejo otras obras que piden ingresar a nuestras librerías. Sería bueno y enriquecedor contar con ellas para leerlas y compartir. 

El revés del cuento. 2007, Isabel Mesa de Inchauste, La Paz, Bolivia. Alfaguara
Los mellizos, Maya y Lucas, encuentran dos personajes de papel en su cuarto que pertenecen a un cuento de hadas de los hermanos Grimm. La niña escoge los cuentos de hadas, en cambio Lucas adora a los cómics y sus personajes. Los dos viven una asombrosa aventura intentando devolver a los personajes de papel  a su lugar de origen y para lograrlo escriben el cuento comenzando por el final hasta llegar al inicio. Esto consolida la hermandad y el placer de escribir. La novela se interna en la literatura como atracción y una manera de desarrollar la imaginación y la fantasía.

Wayra Runa, un ensueño de amor.2011, Maritza Valle Tejeda, Lima, Perú, editorial San Marcos.
La historia en un tono de leyenda narra la guerra entre los Chancas y los incas, sus escenarios reales. En ese contexto se desarrolla una historia de amor imposible entre dos seres que pertenecen a los grupos en cuestión, la bella Waytay pierde a su esposo, y es tomada como esclava, de esa humillación la salva Urco que se enamora de ella pero no puede hacerlo porque esa mujer pertene al enemigo. El joven se enfrentará con su familia, el poder y las tradiciones para encontrarse a escondidas con ella. La unión se concreta al final cuando ella muere. Él  muda en hombre viento y ella en brisa.  

Lecturas para intermediarios docentes y profesionales no docentes:
El taller  de escritura creativa, en la escuela, la biblioteca, el club.2011, María Teresa Andruetto y Lilia Lardone, Comunicarte.
Estas dos autoras de literatura argentina vuelcan en este libro, como formadoras de intermediarios, su experiencia sobre el trabajo en un taller creativo con la palabra y los formatos por los que esta deambula, las propuestas no remiten a la escuela solamente, exceden el ámbito formal y pueden llevarse a cabo en el club o en la biblioteca. Sugerencias, consignas, zonas a explorar son algunos ítems que las integran.  Los capítulos iniciales son la base teórica de las actividades, muy interesante los textos de posdata y la bibliografía que aportan.

Niños que construyen su poder de leer y escribir, 2011. Josette Jolibert/Christine Sraïki, Sáez editor/ Manantial.
Este libro es una continuación enriquecida de los aportes en material de la construcción de lectores y escritores que realiza Jolibert acompañada por un equipo de colaboradores.
Este volumen como dice la contratapa refuerza conceptos y estrategias en lo que concierne a interrogación de los textos por parte de los chicos, producción y pedagogía  por proyectos.
Un oferta riquísima que abarca muchos aspectos de la creación, muy facilitadora para los que trabajan en lectura y escritura. 

Notas al pie: recuerden que están abiertos los concursos literarios de editorial Sigmar y Comunicarte, ambas con fechas de término una en octubre y la otra en diciembre. Sugiero ingresar a la página web para conocer las bases de cada convocatoria. 

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