lunes, 22 de julio de 2013

Encuentro 59


Pienso a menudo en ese asombro que se hace palabra cuando  un lector /a se encuentra frente a una obra que le moviliza cosquillas en el interior de su cabeza y de sus sentimientos, puede que esto suceda con algunos libros y autores, no es común…  el asombro no es común en un medio en el que muchos  escriben al ritmo del mercado. Pero sucede, hoy reseñaré tres libros que sacuden por  distintas razones y me he sentido tan reconfortada  de encontrarme estas pequeñas maravillas que despiertan sentimientos de apego. Si me corro del espacio de lectora, me puedo incorporar en otro que he transitado tanto como el de editora: el de crítica literaria y allí también los tres ameritan un tratamiento especial, no solamente por estar bien escritos- lo que no tampoco es tan habitual- sino por ser originales dentro de temas transitados y eso en tiempos de venta masiva e invasiva: mucho de lo mismo y ligero, es un riesgo que han tomado tanto el autor como el editor.
Digo crítica porque es una tarea que siento denostada en los últimos años. Se ha vivido la crítica como una censura y las recomendaciones como un recorte discriminatorio, no: a la lista de autores y obras, ni a destacar editoriales ni…  Copio un fragmento del artículo de Maximiliano Tomas publicado en La Nación del 18 de julio pasado: “Hay algo profundamente antiintelectual en sobreimprimir a la figura del crítico la de un mero administrador de bienes simbólicos. Porque cuando el crítico es bueno (…) habilita (por la vía de la argumentación lúcida o de la taxonomía arbitraria) lecturas nuevas, que pone a disposición de un público amplio obras hasta entonces desconocidas o poco visitadas.”
Así el crítico bien formado e informado que no adhiere por simpatía o empatía a determinados autores y empresas es un especialista calificado que puede colaborar y de hecho lo hace en la formación de mediadores formales e informales. La crítica es una tarea de construcción de criterios literarios y análisis a partir de un proceso de lectura sistemático y progresivo en el tiempo. Mal paga, casi inexistente y sobre todo por momentos mal vista, abrasada por la incidencia en la conformación lectora de las redes sociales, su incidencia ha caído en desmérito y fue reemplazada por la figura menos “erosiva” del especialista, que puede o no ejercer esta función. Además la especialización es sobre algo en particular, en mi caso, los primeros lectores y lecturas y en los últimos años: género y familia se han convertido en una  búsqueda que por épocas deja en espera otras lecturas.
Quise unir en esta salida dos buenas razones para revisar la LIJ actual: descubrir la maravilla hecha palabra escrita y la crítica puesta al servicio de jerarquizar estos logros sin hacer hincapié en las opacidades de algunas publicaciones o mejor dicho buenas intenciones escritas. Un crítico es, sobre todo, eso: un buen y criterioso lector.

Una alegría personal que deseo compartir con todos/as las visitantes de este espacio: la Fundación el libro me ha distinguido con el Premio Pregonero 2013 en el rubro producción digital por este blog, premio que  recibiré en la entrega colectiva en 25 de julio a las 18 hs.  en la sala Elsa Bornemann, Gracias a todos : autores, editores, mediadores y a mis curiosos /as por alentarme y seguirme mes a mes.

De poetas y poemas:
Y ahora se va el invierno.
Una nube se va, otra vuelve.

Liviana,
La lluvia cambia de color.

Se dora con el sol caliente,
amarillea como el pasto seco.

Y la tierra y la arena
piden que llueva más:
están sedientas
todavía.

Y ahora tus ojos
quedan encandilados.

En el amarillo de esta lluvia,
Se encienden, arden, brillan.
      Germán Machado, Ver llover.Ilustraciones de Fernando de la Iglesia. 2010 Calibroscopio. 
      
Lecturas para compartir:
El perro del peregrino, 2013, Liliana Bodoc. Alfaguara, serie roja.
La historia es una bellísima recreación de un tema evangélico, el peregrino que nace en Nazareth, bajo el dominio de los romanos y salva de la muerte a un cachorro a quien llama Miga de león, desde ese momento hasta la muerte del hombre, el perro se convierte en el personaje testigo de una larga y novelada historia de amor con muchos condimentos que la van enriqueciendo. Y el narrador va cambiando de rostro y abriendo  pequeñas historias vinculantes con el peregrino más importante de la historia de occidente.
Es una obra de una belleza conmovedora para leer, reflexionar y descubrir cómo de un tema tan comprometido con lo religioso se hace literatura sin “evangelizar”..   

El infierno de los vivos, 2013. Alicia Barberis, Colihue, Leer y Crear.
Mariana Linares, la protagonista cuenta su terrible historia personal. Un padre que la abandona, su madre rehace su vida con un hombre que abusa de ella, la madre  no cree en el relato de la chica y allí se produce el doble abandono. Le chica es trasladada a un centro de menores y allí vive la pesadilla de saberse sola, adolescente y no querida. Una crónica en primera persona que duele, no es la primera vez que Barberis ahonda en temas sociales, ya lo hizo en Cruzar la noche editado por la misma empresa. La autora ficcionaliza una historia real y más aún es ella la que conoce, toma testimonio y acompaña a la joven abusada. El libro es una manera de mostrar descarnadamente cómo el abuso es sometimiento, violencia y desamparo y cómo las instituciones que deberían resguardar a los/as menores no cuentan con los recursos humanos, materiales y profesionales para contenerlos.
La novela es denuncia social, un coro griego que duele, duele.

La rama de  azúcar, 2013, María Cristina Ramos. Comunicarte.
Los pequeños relatos giran alrededor de la tía Magnolia, que es muy especial en sus anuncios y pretensiones y la familia que la escucha y vive su cotidianeidad con un toque entre poético y mágico, la narradora no se olvida de la poeta y eso se nota en estas historias mínimas que van conformando el libro. Pero lo que impresiona es cómo cada pequeño gesto diario de esta familia por momentos insólita se va tiñendo de magia y belleza, que es el secreto de la narrativa de Ramos.

Sugiero detenerse en los tres (Bodoc/Barberis / Ramos) y descubrir la construcción de subjetividad de las mujeres que los habitan.
 
Por qué los elefantes prefieren jugar a la mancha, 2013, Silvina Rocha /mEy, pequeño editor.
Un grupo de animales juega a las escondidas y es muy divertido ver como cada uno encuentra un lugar, el que se ve en problemas es el elefante que es muy grande y no hay escondite que lo contenga ni oculte. En esto radica la tensión del cuento ilustrado con talento y humor y el desenlace inesperado que sorprende.

Un libro original:
¡Ay, cuánto me quiero! , 2013. Mauricio Paredes. Alfaguara.
Esta pequeña novela está contada por el protagonista de quien nunca sabremos su nombre y es un relato en escalas desde su mismidad: habla de sí y de lo bien que se siente solo hasta el encuentro con el otro que en este caso es la otra, una niña que se convierte en su amiga. Remite el texto a la autosintonía y al disfrute con el amigo imaginario hasta que se revela la niña como alguien necesario y divertido con quien relacionarse. El autor es chileno, las ilustraciones son realistas y acompañan muy bien este relato que despierta preguntas.

Nota al pie: Nueva convocatoria del Premio Sigmar 2014 de LIJ para sus tres categorías lectoras, ver las bases en la página web de la empresa.

Si pueden y les interesa hallar libros y diversión: Feria del Libro infantil que termina el 27 de julio en el Centro de exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires, Avenidas Figueroa Alcorta y Pueyrredón.